jueves, 21 de junio de 2012

Perdida II

No hay nunca un porqué para un recuerdo; llega de  repente así, sin pedir permiso. Y nunca sabes cuándo se marchará. Lo único que sabes es que lamentablemente volverá. Aunque por lo general son instante. Y ahora sé como hacerlo. Basta con no detenerse demasiado. En cuanto llega el recuerdo, hay que alejarse rápidamente, hacerlo en seguida, sin miramientos, sin concesiones, sin enfocarlo, sin jugar con él. Sin hacerse daño. Así, mucho mejor.. Ahora ya ha pasado..




~Tengo ganas de ti


PD: aún vivo con tu recuerdo clavado en mi mente..

1 comentario:

  1. Me encanta esa frase y el libro es genial *-* Es muy cierta, pues hay que ignorar los malos recuerdos.

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