jueves, 30 de enero de 2014

Nunca me he considerado una valiente ni una persona que se caracteriza por el gran coraje que le empuja en cada minuto de su vida, más bien he sido alguien difícil, muchas veces incomprensible para todos, incluida yo. Sin embargo, tampoco me considero una cobarde, simplemente una mezcla entre atrevida, cuando el momento lo requiere, e insegura. Sí, creo que esa es la definición más acertada.  En varios momentos de mi vida me he planteado quien soy realmente, nunca lo he llegado a saber con claridad, ni si quiera ahora aún lo sé, pero si tengo claro lo que no soy y lo que no quiero ser. 
Me gustaría tanto saber como gritarle al mundo lo que realmente siento, lo que realmente soy.. pero vuelve otra vez esa inseguridad que me impide dar pasos agigantados y me obliga a ir una vez más a poco a poco, y el tiempo va pasando y yo sigo estancada, yendo de piedra en piedra con el miedo ese de tropezar y caer una vez más. No sabes cuanto llego a odiar ese miedo y lo muy aferrado que está a mi. Vete. Por favor. Vete... Déjame.
Alguien me dijo una vez que "Ni el vértigo ni el miedo más grande pueden pararte cuando quieres algo de verdad" y yo sigo intentando encontrar la manera de aplicarmela..