martes, 27 de enero de 2015

Nuestra historia no tiene prisa.

La nuestra es una historia que no tiene prisa. Vivimos las cosas poco a poco, queremos saborear cada uno de los momentos que se nos brindan, cada gesto, cada mirada, cada sonrisa, aunque suene excesivamente cursi. Cada día que pasa el vínculo que nos une se va haciendo más fuerte y nosotros con él, incluso a veces ahora me atrevo a hablar contigo en primera persona del plural. Y no quiero dejar de hacerlo. Has hecho que sea irresistible  pasar un día sin saber de ti, sin saber si estás bien o necesitas un poco de amor, es totalmente inevitable, la rutina más bonita que podría tener. 
Porque sin darnos cuenta hemos ido creando algo que todavía no tiene nombre, que incluso aún no se ha demostrado con algo más que palabras, pero no me importa. Ahora estoy bien con lo que tenemos, y el día que tenga que venir algo más lo dejaré venir, pero no le obligaré a que tenga prisa por llegar. 
Me gusta apoyar mi cabeza en tu hombro en esos momentos que mi cuerpo no puede más, y entonces encuentro el tuyo para refugiarme, como si no hubiese nada más cómodo que tú, porque para mí ya no lo hay. Adoro aquella noche en que sujetaste mi mano y se entrelazaron, y en ese momento sentí que había algo más, algo que no podía dejar de hacerse más y más grande. Te sentí cerca, más que antes. Sentí como respirabas entre mi cuello y mi pelo, cómo era el sonido de tu risa en mi oreja y me enganché aún más de ti. 
Y así somos tu y yo, iguales, una persona con la que encajo perfectamente, que a veces a pesar del "poco" tiempo que nos conocemos sobran palabras, es la mitad de un puzzle que ni sabía que existía, es aquel tópico que le llaman "media naranja" y antes no creía en él, y de hecho, no sé si algún día, quizá hoy, quizá mañana o quizá en unos meses o años seamos algo más que un "tu y yo" y llegar a ser un auténtico nosotros.  
En definitiva, contigo he encontrado todo lo que no sabía que estaba buscando



domingo, 25 de enero de 2015

Todas soñamos con tener una historia de amor.

Algún día yo también seré esa chica. Esa chica que todas deseamos ser desde que eramos crías y que ansiábamos crecer para poder ser como ellas, para vivir nuestra historia de amor tal cual la veíamos reflejada en otras personas. Muchas nos creímos mayores antes de tiempo, confiábamos que cada chico que se nos cruzaba era el amor de nuestra vida, y quien sabe si alguno llegó a serlo, lo que está claro es que en ese momento lo creíamos. 
Era demasiado pronto para madurar, vivíamos a loco y más intensamente, entonces no nos parábamos a pensar las cosas dos veces, simplemente, actuábamos. 
¿Y ahora? Ahora el problema es que le damos demasiadas vuelta a todo, o que nos hemos hecho responsables y maduros, depende. Nos preocupamos por cualquier tontería, también es cierto que ya tenemos una experiencia (si se le puede llamar así) y no queremos cometer los mismos errores, puede que ahora vivamos con miedo. Miedo a que nos hagan daño, a que maltraten nuestro corazón nuevamente, a que jueguen, a que solo seamos un simple pasatiempo para ellos. No lo sé. Solo sé que ahora mismo me aterra pensar en eso. Me inquieta no saber si lo que viene es malo o bueno, supongo que eso me lo enseñará el tiempo, pero no quiero volver a equivocarme y engancharme de una persona que al final no acabará conveniendome. No quiero dar todo y recibir nada, como siempre me ha pasado, y que el resultado de todo ello sea rencor y odio, porque, ¿cómo puedes odiar a alguien que has querido? eso me lleva a pensar que nunca te quiso. 



lunes, 12 de enero de 2015

Un día estás arriba y al otro no sabes ni dónde estás.

¿Cómo se puede estar un día tan arriba y al otro tan abajo? ¿Cómo pueden cambiar las cosas tanto en cuestión de horas? ¿Cómo? Hace dos días estaba feliz, feliz porque pensaba que podía, que lo estaba consiguiendo. ¿Y ahora? ¿Ahora qué? Supongo que debo bajar al mundo real, a un mundo que siempre ha sido un poco cabrón conmigo, perdonadme el vocabulario, pero no hay otra palabra. ¿Cuándo llegará mi momento? ¿Hay algo que realmente pueda conseguir a la primera alguna vez? ¿Porqué siempre tengo que atravesar un millón de obstáculos para conseguir algo? ¿Porqué? ¿Las cosas no podría ser más fáciles por una vez en la vida para mi? Solo pido una.. 
Pues sí, hoy ha habido algo que ha hecho que me plantee si es esto para lo que valgo, porque tal vez no soy lo suficientemente buena, tal vez me falta ese algo que todos tienen, quizá me precipité por luchar por un sueño sin valorar la idea de que posiblemente ese sueño no fuese para mí. O quien sabe, también puede ser las miles de cosas que tengo la cabeza al mismo tiempo, sé que no es mi mejor momento, pero no pienso poner eso como excusa, jamás, me considero una persona madura y responsable para saber que si fallo es cosa mía, a pesar de haber dado todo y más de mí.
Y ahora no sé que tengo que hacer. ¿Puedo hacer más de lo que llevo haciendo estos días? Yo considero que no. Sólo me falta no dormir, no comer, nada. No puedo hacer más. No puedo. Quizá fueron los nervios. Quizá fue mala suerte. No lo sé. Me dicen que debería estar orgullosa porque me esforzado, pero... ¿de qué sirve eso cuando ves que no esta compensada la relación entre esfuerzo y resultado? Yo te lo digo, de nada. Por eso me pregunto ahora... ¿Qué hago ahora? No quiero rendirme, pero tampoco quiero ver como vuelvo a fallar. He fallado y posiblemente volveré a hacerlo. ¿Y entonces qué? Tal vez si eso ocurriese debería replantearme muchas cosas. 
Quiero luchar. Hasta el final. No quiero rendirme. Pero esto no ayuda... no ayuda nada. Confiaré en mí hasta el último momento, pero... 
No puedo seguir escribiendo.



sábado, 10 de enero de 2015

¡Empezamos sonriendo!

Todo tiene una recompensa. Puedo afirmarlo, demostrarlo y asegurarlo. Cuando hay algo que quieres, que deseas con todas tus fuerzas, te garantizo que pones todo y más de ti por conseguirlo. No importa lo que tengas que perder, lo que dejes atrás, asumes las consecuencias porque tu sentimiento es mucho más fuerte. Y sí, es cierto eso que dicen de que a veces para ganar antes tienes que perder algo, o alguien, aunque no sea lo que tú quieres, hay situaciones en las que no te queda otra alternativa. Pero luego ves como todo pasa por algo, como una derrota puede acabar siendo una victoria, como el dolor puede acabar convirtiéndose en amor o simplemente, incluso la cosa más simple como es un suspenso, puedo llegar a ser un aprobado en toda regla. Y no me arrepiento. He hecho las cosas con el corazón, como siempre hago, sé que he actuado bien, he pensado por una vez en mí y no en lo que querían los demás, por eso ahora soy feliz. Soy feliz con lo que tengo, no necesito más, no echo nada en falta, ansío conocer este nuevo año lleno de oportunidades, de sonrisas prometedoras, de sueños que espero cumplir, y que las cosas sigan igual de bien como han empezado, no cambiaría nada ahora mismo. Ya no tengo miedo. No tengo miedo a este año que empieza, no tengo miedo a las personas que antes temía perder y ahora veo que puedo vivir sin ellas, que no necesito a nadie más que no sea yo misma para disfrutar, porque mi vida no depende de nadie, solo de mí. Y en estos 10 días, sí, solo 10 días me han bastado para ver las cosas de otro modo, y creer que este año será mejor para todos


Aunque llegue un poco tarde... ¡FELIZ 2015 A TODOS!
Y nunca dejéis de luchar. Que nada ni nadie se haga dueño de vuestras vidas.