domingo, 16 de marzo de 2014

La lluvia.

Hoy es un día de esos en los que siento que solo soy lluvia. Sí, simplemente lluvia. 
Unos cuantos humanos dicen amar la lluvia a ratos, normalmente cuando no tienen nada mejor a lo que aferrarse. Otros dicen amarla para siempre, incondicionalmente, y hacen de ella su mejor refugio, por un tiempo. Y por último, están los que la odian, los que no pueden verla. A fin de cuentas, la lluvia es efímera, pasa por cada uno de nosotros durante un tiempo, pero nunca eternamente. Así me siento hoy, solo lluvia. 
Pasas por la vida de cada una de las personas que tienes alrededor y te sientes amada solo por unos pocos, y a ratos, nunca siempre. Creyendo que  habrá alguien mejor que tu, mejor que tu compañía, incluso, alguien que te sepa querer mejor que yo. Tal vez no soy como esperabas. Tal vez nunca llegue a serlo. Pero te prometo, que siempre he intentado dar la mejor parte de mi.
Me paso la vida intentando hacer feliz a los demás y apostando que de esta manera así también lo seré yo, pero nunca nadie se ha cuestionado qué es lo que me hace feliz ami. Un par de sonrisas y buenas caras ya calman la conciencia de la gente que me rodea, creyendo falsamente que estoy bien del todo, que soy feliz. Pero, ¿quién piensa en mi? ¿En lo que siento? ¿Habrá alguien en algún lugar que realmente se pare a pensar en qué es lo que necesito? Sí, puede sonar egoísta, pero todos necesitamos un alguien que nos cuide, que nos haga sentir la mejor persona del mundo, incomparables. Pero vivo en una constante comparación, ya sea por mi parte o por los que me rodean, el caso es que nunca llego a ser lo suficientemente buena para nada, ni para nadie.. El tiempo pasa, y sí, no puedo quejarme de todo lo que tengo, pero yo también soy una humana, una humana que está pidiendo socorro y rogando que alguien se preocupe de lo que necesita, aunque sea solo una vez.


Christina Perri - Human

sábado, 1 de marzo de 2014

Ahora que te recuerdo..

Nunca es fácil desprenderse del pasado, o eso dicen. Yo no creo que sea algo sencillo o complicado, simplemente una cosa que se aprende con el tiempo. Después de estar mucho tiempo con una persona acabas teniendo una cierta dependencia de ella, te guste o no. Se acumulan miles de pequeñas cosas que sin daros cuenta, acaban convirtiéndose en pequeñas rutinas vuestras, solo nuestras. Y eso me pasó contigo. Fue demasiado tiempo, demasiados miles de segundos juntos, hasta que luego me quedé perdida. No sabía muy bien hacia donde ir, cada parte de mi cuerpo, cada trozo de mi alma llevaba tu nombre tatuado, todo de una forma u otra acababa recordándome a ti. El tiempo pasaba y sentía que esa sensación iba a quedarse conmigo eternamente, y así está siendo, la única diferencia es que ahora he aprendido a convivir con ella. Cada vez que te siento dentro de mí, cerca mío, no te recuerdo como aquél idiota que un día decidió romper con todo, te recuerdo como esa persona que me quiso más que a nada hasta el día que el amor nos dejó de lado. 
A día de hoy, sigo teniéndote más cerca de lo que me gustaría, encontrándome con tu mirada más veces de las que había pensado, pero hay una cosa que no me disgusta ver, tu sonrisa. Me alegra ver que eres feliz, que estás bien y que tienes un nuevo motivo por el que poder reír, al igual que yo. Visto así, ¿no todo ha sido tan malo, no? Ambos hemos podido compartir con otros corazones lo que nosotros mismos ya no nos podíamos dar, y ser capaces de recordarnos con una sonrisa, con una nostálgica y feliz sonrisa




"Para vivir la vida no hace falta saber que uno se está muriendo"