Todos, a todas horas, en todo momento te
dicen lo mismo, ahora se ha convertido en una rutina, la cuál muchas veces a
estas alturas es involuntaria. Pero está claro, cualquiera puede decir eso, es
lo más sencillo para ellos, cuatro palabras, dos reflexiones y un “estoy
contigo” y bastan para consolar a una persona; lo que pasa es que no se dan
cuenta de que tu no quieres eso. No aprecian tu valentía y tu espíritu luchador
que muchas veces se convierte en masoquismo.
A pesar de no querer aceptar la realidad, que
él se ha ido, te das cuenta que deberías empezar a hacer todo eso que alguna
vez esas personas te han dicho pero digan lo que digan, tú seguirás pensando en
el como siempre, o quizás incluso muchísimo más. Porque es muy difícil ver que
todos los días te levantas con la esperanza que él volverá e irte a dormir con
el mismo resultado que la noche anterior. Al día siguiente ya no ves ninguna
razón por la que salir de tu cama lo único que quieres es cerrar los ojos e ir
al único sitio donde puedes estar con él, en tus sueños. Eso nadie podrá
arrebatármelo nunca. Me imagino mi mano junto a la tuya, su torso moreno
inclinado sobre el mío, que sus manos se pierdan por las curvas de mi cuerpo,
despertándome todas las noches con un “buenos días princesa”. Eso es lo que te
hace daño, esos sueños imposibles que esperas con ganas a que algún día se
hagan realidad y llegas a un punto en el que no puedes evitar que tus lágrimas
corran sin parar por tus mejillas, maratones seguidas de las cuales el ganador
siempre es el mismo, él. Ahora sólo quedan miradas perdidas, aquellas sonrisas
que un día me dedicaste y hoy recuerdo con nostalgia, un sentimiento de
culpabilidad al imaginar por solo un momento que fuiste mío pero que te dejé ir
y, claramente, hoy ya es tarde para que vuelvas. Te he perdido, te has ido, me
has dejado en mi cama, sola y desolada, esperando a que algún día suene el
móvil y poder recordar una vez más tu voz susurrando mi nombre. Pero ahora me
doy cuenta que te empecé a querer mucho antes de lo que un día pude imaginar. Y
lo sigo haciendo.
Les coses pasen i els nostres camins es separen..
Joder, precioso de verdad. Yo estoy pasando justamente lo mismo. Lo mas duro de todo es que la esperanza aun sigue ahí, nunca se va... Besos
ResponderEliminarhttp://www.palabrasolvidadaseneltiempo.blogspot.com/
Me encanta, *-*.
ResponderEliminarLa entrada es preciosa no, lo siguiente. Es muy cierto todo lo que has dicho y muy duro pasar por eso. Seguir pensando en alguien que ya no está y que, posiblemente, no vuelva nunca... duele, duele mucho. La esperanza que nos mantiene en pie es la misma que nos daña... y es difícil luchar contra algo que nuestro corazón quiere por mucho que la mente (y la gente) diga que no vale la pena dar tanto por alguien que no nos valora.
Un beso grande, preciosa. Y sigue escribiendo entradas tan maravillosas como esta, ;).
Precioso. Me ha encantado, en serio. En ciertas partes he llegado a sentirme muy identificada con cosas de mi pasado. Supongo que te lo habrán dicho muchas veces, pero es la jodida verdad: el tiempo es el mejor curandero para las heridas. Ahora duele mucho y te sientes como muy vacía, pero créeme. Dentro de unos meses recordarás todo esto y, en lugar de lágrimas, se te aparecerá una sonrisa en la cara.
ResponderEliminarEspero que te vaya muy bien y sigue así, que escribes genial. Un beso, guapa :3