
De repente mis piernas empezaron a moverse sin parar yo no sabía donde me dirigían, no podía pararlas, tenía miedo, estaba aterrada, que narices esta pasando?
Acabé finalmente en el armario donde mis manos cogieron una camiseta.. una camiseta que hacía meses que no me la ponía, justamente, su favorita; mientras cogía esos shorts que tanto le gustaron el primer día que me los vio y salí en contra de mi voluntad a la calle, iba corriendo, no podía parar y entonces... Caí en la cuenta. Sabía perfectamente a donde se dirigían mis piernas, sabía cual era la meta y cual era el punto de salida pero lo que no entiendo es porque le he oído, porque me dirijo hasta ahí y porque me esta pasando esto!

NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO NO
No podía dejar que se fuese, no así. Eché a correr. Rompí el cristal de la puerta entre y como consecuencia se me hicieron cortes en los brazos y piernas pero no era un dolor comparable al de su eterna ausencia, no podría, con ése no. Subí las escaleras a marchas forzadas. El corazón se me iba a salir de la boca, pero no importaba, no importa, sin él nada tendría sentido. Mientra corría su voz me decía: "Si vienes a buscarme me iré, para siempre". Tenía que darme prisa.
35 segundos había tardado en subir los siete pisos más un entresuelo que me separaban de él, no sé aún ni como lo he hecho así que abro la puerta que da a la azotea. Sólo una puerta nos estaba separando en ese preciso instante. La abro. Le veo a lo lejos. Piso la azotea y presencio una profunda tristeza y corro, corro hacia él. Él me ve y decidido da un paso hacia el vacío, donde le espera el profundo e inmortal sueño. No podía permitirlo. Así que me tiro sobre él y tiro de su brazo hacia mi. Estaba a salvo.
Cuando quiero darme cuenta lo tengo encima de mi, mirándome, llorando, podía notar sus lágrimas que resbalaban por mi pecho.
-Sabía que vendrías.
+No iba a dejarte solo, ahora no.
-Que tonta eres. Tenías que haberme dejado ir, era lo mejor para ti.
+Deja de preocuparte por mi! ya no soy una niña y sé las decisiones que me convienen y las que no, así que por una vez no me digas lo que tengo que hacer.
-Eres tan tozuda..
+Y tu tan inmaduro..
-Te he echado de menos.
+Éramos dos niños en proceso de adolescentes, no sabíamos los que hacíamos pero ahora..
-Ahora hemos crecido, por una vez, sé lo que quiero.
+Yo también.
-Todo este tiempo sin tu sonrisa, sin tu mirada, sin tus gestos de niña pequeña, sin tus "jope", sin tus dulces caricias.. sin ti.. ha sido tan duro..
+Todo este tiempo sin tus sonrisas, sin tus chistes pésimos y tontos, sin nuestros piques, te echaba de menos perrito.. lo recuerdas?

+Sin palabras.
-No digas nada, sólo abrázame.
Y los dos nos fundimos en un cálido abrazo con el que revivimos miles de sentimientos y recuerdos inexplicables. Y entonces yo le susurré..
-Te quiero mi vida.
+Yo te quiero más pequeña.
Y nuestros labios se cruzaron, se encontraron, se rozaron una vez más, volvíamos a estar en lo más alto de la línea, volvíamos a estar juntos, la felicidad había vuelto a nuestros corazones, éramos dos almas destinadas a quererse... el destino nos había puesto a prueba muchas veces y esta es otra de sus pruebas, pero esta vez hay algo mucho más fuerte que nos une y es nuestra madurez.. vamos a ser más listo que el destino y no vamos a dejar que nadie nos separe, ni la muerte.
PD: Lucas una entrada más, únicamente para ti..
No hay comentarios:
Publicar un comentario