domingo, 16 de junio de 2013

Ráfaga.

Sabes esa sensación, en la que te acercas y llegas casi a acariciarme,, gritándome todas las cosas que deambulaban en mi cabeza. Pero aún estás lejos, a kilómetros de mi., LLevándote lo poco razonable que podría quedarme, la indiferencia como heredera,la sonrisa como esclava, hay que forzarla para que cumpla su trabajo..Puede que nunca capaz de leer la mente pero créeme, las cosas del corazón saltan a la vista por más que las tratemos de ocultar, echan chispas, dan señales, dan vida a la mirada,, o por lo menos eso afirman los rumores. Mientras tanto no hago más que hacer y deshacer maletas, tratando de llevarme sólo lo necesario, poco equipaje que lo demás se consigue en el camino, para estar preparada ante cualquier adversidad. Voy enredando y desenredando los hilos que cosen mis días, nuestros días.Aguantando tardes soporíferas, sueños que tardan en aparecer, miedo a cada cambio, lágrimas a cada ausencia y respeto a la inestabilidad de los sentimientos. Pero ya sabes, nunca quise cerrar la ventana del todo esperándote  que se cuele ese resquicio por el que se cuela el aire, y quién sabe si algo más...




Dicen que el tiempo lo cambia todo, 
pero yo te digo que ¡no esperes al tiempo!

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