lunes, 8 de abril de 2013

Yo soy la válvula de escape.

Miro atrás e inevitablemente eres tú a la persona que veo, con sus más y sus menos, con risas y lágrimas, con idas y venidas pero eres tú. Miro a mi presente y una parte de ti sigue estando aquí a mi lado, la parte de la que me enamoré, sé que está pero ya no la siento, es una invisibilidad que puedo tocar pero que no siento. Sin embargo, miro más allá del mañana y no eres tú el que está a mi lado, el que me acompañará las noches de frío, los domingos por la tarde, los besos de madrugada... Ni tu ni nadie. Me veo a mi yendo a contracorriente, luchando contra las adversidades, perdiendo batallas para ganar la guerra, volando como un pájaro recién escapado de su jaula, como un niño cuando sale al patio después de horas encerrado, siento esa oleada de libertad, que sabe a dulce con sus ventajas y desventajas, con sus alegrías y riesgos, riesgos que estoy dispuesta a correr. Me veo sonriendole a la vida, sonriendo a todos, incluso a ti, aunque tu ya no seas el que coja mi mano. 
Demasiado tiempo estancada en un mismo punto de partida esperando que la vida me diese la señal para salir, para correr, para ser feliz. Hasta que llegó el día que desperté, y me di cuenta que la señal era yo quien la daba y decidía el dónde, el cuándo y el quién. Pues es ahora cuando comprendo porque un día no pude empezar la carrera. Algo me estaba reteniendo, frenando, algo que pesaba y era imposible de sobrellevar, aunque yo pensase que sí podía. Tú eras el obstáculo, el freno que me impedía ser "yo", eras el por qué a todas las preguntas sin respuesta que durante tiempo me he estado planteando, sin quererlo o queriendo eras tú. Yo no necesito alguien que me retenga, que me frene, que me impida dar un paso más. Yo quiero una válvula de escape para salir a toda mecha de este sitio, en busca de un nuevo sueño cada amanecer, una nueva ilusión por la que vivir, un nuevo motivo para sonreír a la vida, pero sobretodo correr mi carrera. Y lo he conseguido. Durante todo este tiempo he intentado averiguar qué o quién era la persona que necesitaba para hacerlo y he caído en la cuenta que esa persona ha estado más cerca de lo que creía, porque esa persona, soy yo. Yo era la solución a todos mis problemas, era yo la que tenía que abrir los ojos, abrir mis alas y empezar a volar.. 


El sueño de morfeo - Voy a vivir

Desde hace muchos años que esta canción
ha estado en mi lista de reproducción, 
creo que es una canción con fuerza, 
con mensaje y con mucha ilusión que me ha 
acompañado siempre, bueno o malo.


                               Cualquier persona puede hacerte feliz haciendo algo especial pero solo alguien especial puede hacerte feliz sin hacer nada.



1 comentario:

  1. bonito blog y bonita entrada,te dejo mi blog por si quieres pasarte y seguirme,un besito muy grande: http://porticaeriaymilvecesmas.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar