Lucia tenía
una forma muy peculiar de adornar el árbol. Siempre empezaba poniendo las
bolas, cada año diferentes, en las que el día anterior escribía una palabra en
cada una de ellas. Por supuesto eran todas diferentes y ninguna se repetía. Es
cierto que siempre ponía las mismas palabras, pero también es cierto que nunca
la misma palabra repetía el color, al menos durante un tiempo.
Para Lucía
era aún más especial la
Navidad , ya que ese mismo día celebraba su cumpleaños y ahora
a punto de cumplir los nueve años ha vivido demasiadas experiencias que ella no
logra entender, demasiadas.
No logra
entender por qué su abuela de un día para otro se fue. Se fue sin despedirse de
ella, sin decir adiós, sin decir nada. Por eso este año el árbol de Navidad se
adornó de una manera diferente. Ella primero empezó con la bola azul que ponía
“Tristeza”, le siguió la bola roja que ponía “Vuelve” y así un seguido de
palabras que hacía referencia a la ausencia de su abuela. Sus padres le habían
dicho que era porque se había ido de viaje, pero ella nunca se lo creyó. Sabía
perfectamente que su abuela no estaba de viaje, porque si lo hubiese hecho se
hubiese despedido y ella no lo hizo.
PD: Esta es sólo la primera parte de tres
de un cuento que tengo ya escrito
(para que no se me acumule después la faena)
Espero que os guste.. está escrito desde el corazón
y creo que eso podrá apreciarse. Al menos..
esa era mi intención.
¡Pasad un gran LUNES!
Es más bonito si es un lunes de polseres..
Conclusión del día: Y recordad todo es más bonito sonriendo...
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