Ha pasado mucho tiempo desde que te abandoné, demasiado. Tanto que me da miedo volver, me asusta lo que me voy a encontrar. Miedo a no reconocerme. Miedo a escribir y no saber quién soy. A no recordar dónde está esa chica que amaba esto, y que te amaba a ti. ¿Quién soy ahora?
Hace más de un año que dejé esta parte de mi vida. Y han pasado tantas cosas... tantas. No sé ni por donde empezar, ni siquiera sé si quiero hacerlo. Pero quiero intentarlo. Al fin y al cabo, siempre acabo volviendo aquí, aquí está toda mi vida, todo lo que soy y he sentido. Mi casa. Donde me desnudaba el alma día tras día y volcaba mi corazón, pero... ¿Y ahora? ¿Tengo algo que dar? ¿Puedo entregar algo? ¿Puedo aportar alguna cosa? No lo sé. Tendré que descubrirlo y arriesgarme, quizás hacerlo sea la única manera de encontrarme, o no, pero valdrá la pena intentarlo.
¿Por qué no escribir si esto era (y es) mi vida? ¿Por qué no hacerlo? ¿Por miedo a no ser lo suficientemente buena? ¿Por temor a fallar? ¿Por no saber afrontar la derrota de que nadie te lea? O quizás todo son excusas. Excusas para no ver la verdad, lo que realmente pasa, lo que no te deja avanzar. ¿Quizás me da miedo darme cuenta que si no es de ti no tengo nada más que decir? ¿Qué esto era sólo para ti y que ahora ya no tiene sentido escribir? O quizás sigan siendo más excusas. No lo sé, por eso estoy aquí, para comprobarlo.
He vuelto.
Quiero quedarme.
Merece la pena intentarlo.
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