Hoy aprendí que ser fuerte se aprende y se logra solo cuando te das la oportunidad de serlo, cuando te comprometes contigo mismo a recomenzar, a olvidar, a intentar o dejar de hacerlo, cuando por fin has decidido ser feliz.
Es así, vamos avanzando y construyendo pequeños o grandes segmentos día a día, algunos más cortos, otros más largos pero cada uno de ellos con un valor incalculable que de una manera u otra marca en nuestra existencia. Seguramente, alguno de ellos, los "malos" a primera vista intentamos expulsarlos de nosotros e intentar olvidarlos, pero nunca lo conseguimos, de una manera u otra permanecen y perduran siempre, porque forma parte de nosotros y eso es imborrable. También están los segmentos que un día fueron los llamados "buenos" y que a día de hoy no queremos recordar porque duele, duele mucho, y nosotros odiamos el dolor. Cada día intentamos olvidar lo malo de este mismo y quedarnos con lo bueno, al menos eso deberíamos pero siempre manteniendo a ambos en nuestro recuerdo.
La felicidad de nuestra vida se compone de pequeños segmentos, miles de ellos, y cada uno de ellos con más o menos detalles están dentro de nosotros, haciendo sonreír a nuestro corazón, haciendo recordar a nuestra mente y lo más importante, arropando nuestra alma.
PD: Los segmentos tienen principio y fin,
constantemente, pero nunca,
jamás se olvidan.
Vamos va, un día más
mañana será mejor.
Un día menos para el viernes.. ANIMO!
Conclusión del día: Si sonríes, el mundo te sonríe.
La vida es un largo camino de segmentos buenos y malos, todo depende a cuales de ellos les demos importancia.
ResponderEliminarSí, siempre hay algunos más importantes que otros pero todos ellos son imprescindibles para seguir adelante.
EliminarUn beso enorme guapa!
Es cierto que si sonries, la vida tambien te sonrie. Que texto mas bonito!
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