domingo, 25 de enero de 2015

Todas soñamos con tener una historia de amor.

Algún día yo también seré esa chica. Esa chica que todas deseamos ser desde que eramos crías y que ansiábamos crecer para poder ser como ellas, para vivir nuestra historia de amor tal cual la veíamos reflejada en otras personas. Muchas nos creímos mayores antes de tiempo, confiábamos que cada chico que se nos cruzaba era el amor de nuestra vida, y quien sabe si alguno llegó a serlo, lo que está claro es que en ese momento lo creíamos. 
Era demasiado pronto para madurar, vivíamos a loco y más intensamente, entonces no nos parábamos a pensar las cosas dos veces, simplemente, actuábamos. 
¿Y ahora? Ahora el problema es que le damos demasiadas vuelta a todo, o que nos hemos hecho responsables y maduros, depende. Nos preocupamos por cualquier tontería, también es cierto que ya tenemos una experiencia (si se le puede llamar así) y no queremos cometer los mismos errores, puede que ahora vivamos con miedo. Miedo a que nos hagan daño, a que maltraten nuestro corazón nuevamente, a que jueguen, a que solo seamos un simple pasatiempo para ellos. No lo sé. Solo sé que ahora mismo me aterra pensar en eso. Me inquieta no saber si lo que viene es malo o bueno, supongo que eso me lo enseñará el tiempo, pero no quiero volver a equivocarme y engancharme de una persona que al final no acabará conveniendome. No quiero dar todo y recibir nada, como siempre me ha pasado, y que el resultado de todo ello sea rencor y odio, porque, ¿cómo puedes odiar a alguien que has querido? eso me lleva a pensar que nunca te quiso. 



1 comentario:

  1. Lamentablemente nunca vas a saber qué te vas a encontrar. Hay que fiarse de la intuición, supongo. Creo que tú misma tienes la respuesta dentro de tu texto. Pensamos demasiado.

    Quizás hay que ir disfrutando de lo que te vas encontrando en el camino pedacito a pedacito. Quién no te dice que todas las piezas casan y se convierten en felicidad.

    Un saludo

    ResponderEliminar